viernes, 22 de junio de 2018

Persistencia del conducto arterioso.


Anomalías de los grandes vasos

Persistencia del conducto arterioso.

El conducto arterioso se origina en el septo cayado aórtico izquierdo y es una conexión arterial corta que durante la vida fetal cumple la función de evitar la circulación pulmonar, al llevar la sangre de la arteria pulmonar directamente a la aorta. Cuando dicho conducto permanece permeable más allá de los primeros días de vida, se le denomina conducto arterioso permeable o persistente.
 
En el feto la circulación pulmonar es mínima debido a la alta resistencia pulmonar, ya que la sangre se oxigena en los vasos placentarios más que en los pulmones fetales no funcionales. Inmediatamente después del nacimiento y de la expansión de los pulmones, la presión en el hemicardio derecho y en las arterias pulmonares disminuye, mientras que la presión sistémica aumenta y sobrepasa la ventricular derecha. Por lo común, el cierre del conducto arterioso ocurre durante los primeros días de vida, es probable que sea una reacción a los cambios en la saturación de oxigeno de la sangre. 


Cuando el conducto arterioso cierra correctamente, solo permanece en su lugar un cordón fibroso, que se conoce como ligamento arterioso. Dicho cierre se debe a la proliferación de la capa intima, degeneración del musculo liso y fibrosis.

Ahora bien, si el conducto permanece permeable después del nacimiento, la creciente presión de la aorta y del ventrículo izquierdo, al sobrepasar la del hemicardio derecho, hará que parte del flujo sanguíneo regrese de la aorta a la arteria pulmonar y ocasionalmente hacia el ventrículo derecho. Debido al volumen sanguíneo que se pierde de la circulación sistémica, ya que penetra de nuevo en la circulación pulmonar, el ventrículo izquierdo se ve forzado a incrementar su ritmo de trabajo para poder mantener la circulación sistémica normal.

La persistencia del conducto arterioso es bastante frecuente en perros y puede corregirse mediante cirugía. Esta anomalía está ligada por lo común a otros defectos cardiacos como: agujero oval permeable, estenosis pulmonar, tétrada de Fallot y cayado aórtico derecho persistente. En perros de raza Poodle, Collie y Pomerenian, esta condición es usual y relativamente frecuente en el Pastor alemán.

El color de la mucosa permeable es normal en perros jóvenes que habrán de morir a corta edad; sin embargo, en aquellos animales que logran adaptarse a la anomalía, se desarrolla hipertensión pulmonar, resultando un regreso gradual de la sangre, ahora de derecha a izquierda (arteria pulmonar a aorta), en lugar de izquierda a derecha (aorta a arteria pulmonar), y por tanto sangre no oxigenada penetra en la circulación sistémica lo que ocasiona cianosis.

Los cambios que se producen a consecuencia de esta anomalía son: un mayor trabajo cardiaco, aumento de la circulación pulmonar y aumento en el retorno venoso al hemicardio izquierdo. Se observa aumento del calibre de las arterias y venas pulmonares, y ambos ventrículos se ven hipertrofiados.

 

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